lunes, 3 de septiembre de 2007

La historia más bonita

Y él, en un intento desesperado por ganarse su corazón, se lo jugó todo a una carta. No tenía la certeza de que fuese a funcionar, es más, ni el mismo esperaba que surgiese algún efecto de aquel suicidio. Pero, aun así, podrá decir que las “americanadas” le funcionaron, al menos, una vez en su vida.

Para ella posiblemente no era más que otro tipo. Uno peculiar, que sabía escribir y tenía su qué, pero otro más. Para él, ella no era mucho; era demasiado.

Así que un día que tuvo la oportunidad de verla a solas, lejos de la terraza de aquella heladería donde él trabajaba, la cogió de las manos y pronunció las palabras más ocurrentes que se le pasaron por la cabeza.

<<¿Qué dirías si ahora mismo alguien te cogiera por las manos y te dijera que eres la reina de su corazón?>>

Audaz. Señoras y señores, pasen y vean:

Él, un camarero de heladería, y ella, una chica atractiva donde las haya… ¿A qué esperan? El drama está servido…

De todos modos, nada ni nadie pudo arrebatarles aquellos minutos tan íntimos. Y es que el amor, ya lo dicen, es cosa de dos.

Conmocionada aun, con el corazón encogido por la ternura de aquellas palabras, no pudo articular respuesta. Tenía sus manos juntas, cogidas por las de él. Ese era el pequeño vínculo físico que les unía. Y ella, en aquellos instantes se lo quería comer a besos, estrecharlo entre sus brazos, sentirlo suyo.

A él, en cambio, el corazón le latía tan fuerte y tan rápido que le dolía dentro del pecho. La miraba confuso, esperaba una respuesta que no llegaba. La tensión era inaguantable; hasta el más fuerte y valiente hubiese cedido ante aquella situación. Pero él no había llegado hasta aquel punto para retirarse, ni mucho menos. Hizo de tripas corazón, cerró los ojos y dejó que el silencio hablara por él.

Y entonces surgió la pasión, la calidez y el desenfreno. Cuando sus labios se encontraron con los de ella todas las dudas se desvanecieron. Y bebió de aquel beso como si le fuese la vida, respiró de su aliento y su suspiro. Le entregó su mundo entero en aquel abrazo.

No es realmente la historia más bonita. ¿Y qué? =D
Espero que os guste.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cualquier historia de amor es bonita, sobretodo si la escribes tú ;)

Besos!!!

Anónimo dijo...

Como va el nuevo proyecto? Podrías poner algo para amenizar la espera, no?

Petonets!!!!

Anónimo dijo...

A ver si es verdad y te animas con la historia de Alejandro a seguir con el "Ella y yo"!!!

Parezco tonta escribiendo tantos coments!!! Pero echo de menos pasarme por aqui y leer tus escritos!!! Jooooo!!!!

Besitos!!!!!

Anónimo dijo...

MARITTT ME ENCANTAAAA cn eso basta??? joder pk no se kedn mis komentarios me kaxi en las minguis... .a x cierto e encontrad la ultma part d tu libro....
ABACUS!!! buska y encontrarás... petnazs doneta