miércoles, 30 de mayo de 2012

#pensando

Pensando anoche en algo que escribir, me dormí.
Pensando en ti, sentí.
Pensando el otro día en algo te vi.
Pensando en mi, morí.
Pensando por pensar te perdí.
Entonces dejé de pensar así.

miércoles, 23 de mayo de 2012

sinTÍTULO#2



Conduzco rápidamente por el carril de la izquierda, como de costumbre. El día está turbio, el cielo grisáceo, salpicado por nubes de esas que amenazan tormenta pero que solo ensucian tapando el sol, y el sol que aunque no brilla, se filtra a través de las nubes y se hace muy molesto a los ojos. Frunzo el ceño, ahondando más las arrugas que ya surcan mi frente y el perfil de mis ojos pese a mis veintidós años. Siempre frunzo el ceño. A ciento cuarenta y pico quilómetros por hora rebusco por el coche mi paquete de tabaco negro y un mechero. Me siento muy inconsciente pero me apetece fumar, me apetece pudrir mi interior con ese humo de sabor fuerte. Le doy una calada al cigarro, mantengo durante unos segundos el humo en mis pulmones y lo suelto. No sé hacia donde me dirijo.
Estoy cerca de Barcelona y tomo la salida. Los recuerdos me avasallan, corretean y se entrecruzan velozmente en mi cabeza; sabor agridulce. De repente el viento empieza a soplar con violencia y detengo el coche. No sé dónde estoy exactamente, no reconozco el lugar pero todo me es extrañamente familiar. Camino durante un largo rato, fumando otro cigarro y cuando lo termino tiro la colilla y aparezco frente a una puerta con una flor colgada del pomo. Abro y tras ella hay un pequeño habitáculo en el que apenas quepo yo y otra persona, con un colchón de gomaespuma en el suelo y una pequeña ventana en la pared opuesta a la puerta por la que veo el exterior. El viento sigue soplando con fuerza en la calle. Me encuentro extrañamente cansado así que me descalzo, me quito los pantalones y me estiro sobre ese colchón. No estoy muy cómodo, es más, noto que el colchón está más hundido por el centro que por los costados, desgastado por el uso tras el paso de los años pero se me hace muy acogedor. No sé por qué. No lo entiendo, pero hay tantas cosas que no entiendo últimamente que ya no me preocupo.
Alargo el brazo y alcanzo mis pantalones, que estaban “maltirados” en el suelo. Rebusco en los bolsillos hasta que encuentro lo que estaba buscando: una bolsita de plástico en la que llevo un par de cogollos. Me apetece fumarme un porro, siento que si no me lo fumo tendré pesadillas. Saco los cogollos de la bolsa y los miro de cerca con atención. Son verdes (obvio), pero de un verde intenso, agradable y dulce. Me recuerdan a algo pero no consigo dar con el qué. Cojo uno, lo pongo en el grinder y le doy vueltas con desinterés mientras pienso cuántos giros habrá dado ya mi grinder y cuando quiero darme cuenta ya he terminado de liar e inconscientemente mis manos palpan a ciegas sobre el colchón en busca de fuego. Sigo palpando hasta que noto un golpe en mi brazo derecho y miro sorprendido. Allí, a mi derecha había una chica que me ofrece fuego y lo cojo y me enciendo el porro y empiezo a fumar. La miro. Su largo pelo cae sobre sus hombros y espalda como una cascada. Su rostro está difuminado, no la reconozco y solo distingo sus ojos verdes como esmeraldas que me miran y me hipnotizan. Sigo fumando. Esa chica extrañamente conocida me hace carantoñas, se acurruca en mi regazo y se divierte; me molesta pero me es agradable. Acaricio su pelo, su cara. Se incorpora y me besa. Acaricio su espalda, sus piernas, la abrazo y la beso. Hacemos el amor. Los cristales tiemblan por el viento que sigue soplando con fuerza. Oigo el ruido del camión de la basura y me duermo cuando el ruido cesa y el camión se marcha.

Me despierto con la boca seca y la garganta irritada y con la lengua áspera, pegada al paladar. Estoy en mi cama en calzoncillos; deben ser las siete y media de la mañana. No entiendo nada. Me incorporo y oigo los cristales de la ventana que tiemblan. Fuera el viento sopla con fuerza. Los días pasan.


Nota: Está huérfano de título. Se aceptan propuestas.

lunes, 21 de mayo de 2012

#ticTAC

Tic, tac, tic, tac... pasan los segundos, siempre igual de rápidos, siempre igual de lentos. Otro minuto acaba de pasar y a la vez me aleja más del fuego y las cenizas y me acerca más a la ciudad del vals; ya han pasado dos minutos. Sonrío y por el camino aprendo cosas nuevas, me hago una persona nueva. Tic, tac, tic, tac... el tiempo pasa. 

viernes, 18 de mayo de 2012

historiasdeÉL#4

- Todo saldrá bien, todo saldrá bien, todo saldrá bien... - Se repetía esas tres palabras constantemente, a todas horas. El corazón le latía de nuevo, pero esta vez ya no de agonía, sino de una extraña felicidad. Ya no se sentía perdido o, al menos, ahora tenía una dirección segura que seguir, un destino marcado en el mapa del cual derivarían muchísimos más. Todo saldrá bien si esa mujer de verde jamás me abandona; llamémosla esperanza.

martes, 15 de mayo de 2012

#RABIA



Cuándo no estoy lúcido, cuándo no estoy inspirado y no me gusta lo que escribo, no por lo que cuento sino por como lo hago; cuándo no encuentro armonía en el orden de las palabras de mi cabeza ni ferviente pasión en el caos de mi corazón me ahogo de pena. Siento que me asfixio y, si normalmente no encuentro motivos en este sinsentido, en esas ocasiones en las que me repugnan mis letras dejo de sentir la vida en mis venas. Es entonces cuándo, con ferviente masoquismo, consciente y convencido miro a los ojos a todos mis demonios. Me sumerjo en ese mar llamado internet y entre su inmensidad sé encontrar rápido lo que busco. Con viva ansia observo y entiendo, y pienso, y de repente estalla dentro de mí un violento dolor, que así es como imagino yo la muerte. Mi corazón late deprisa1 e incansable, la sangre arde en mis venas y me cuesta respirar. Los músculos de mi cuerpo se contraen con furia y mi mandíbula se aprieta fuerte, tanto que me duele. En medio de esa agonía siento que mi pecho va a estallar y si lo hiciera lo mancharía todo de dolor. Y entonces escribo toda esa locura que siento, hago tinta todo ese dolor y mastico la rabia. A veces, posiblemente más veces de las que creo, soy despreciable. Soy malo en esencia, pura maldad, por hacer estas cosas que hago, por pensar lo que pienso y por actuar como actúo. Ésta, mi demencia interpreta libre cosas que nadie le explica. Cabalgo a lomos de un incandescente potro llamado Rabia, me alimento de la tristeza de mi ser y cuando duermo descanso mi cabeza sobre la almohada del miedo. Porque, a pesar de que hago todo esto completamente consciente, cuando caiga la noche sé que mi subconsciente me atormentará con la peor y más horrible de las torturas2. Ella.

1 – Demasiado.
2 – Posiblemente la única que me afecta a día de hoy.


Nota: Debo reconocer que he "palpado" la catarsis mientras escribía esto.

historiasdeÉL#3

En medio de aquella desolación, harto y perdido, sin entender nada, de pronto escuchó su voz que le decía:

Perdóname ángel por permitir que el dolor que me azota me cambiara y me volviera irascible. Perdóname por pagar con quien no debía el tormento de las lágrimas, pero aún tenía fe y la esperanza loca de que algo imposible ocurriría. Perdóname hermano por no oír de tu consejo; por no querer mirarme en el espejo y así reconocer todo el daño que me han hecho y que me he hecho. Perdóname por querer seguir viviendo en un recuerdo y en un sueño del que no quería despertar. Perdonadme, de veras, por seguir leyendo las historias de mis penas y recuerdos y, sobretodo, por no ver que ese cuento ya acabó y yo cometí el pecado de querer seguir escribiendo donde mi tinta ya no era querida.  

Aquellas palabras que reconfortaron su alma no dejaban de ser más que el eco de su propia voz. No estaba todavía convencido de ello, pero no quería dañar más a quien no debía. Seguramente él no lo quería, pero era la única solución.

lunes, 14 de mayo de 2012

#fuckingSUNDAY

Tan sólo yo entiendo lo que escribo
aunque no sé bien que digo,
quisiera entenderme mejor,
quisiera poder llegar a ser mi mejor amigo.
Pero cuando cierro los ojos,
cuando cierro las cortinas,
entonces me persiguen voces, recuerdos,
pasadas penas y alegrías.
Busco en mí una sonrisa, el calor,
pero sólo encuentro ser
puro hielo que se enfría.
Es mi momento, lo siento
y sigo sin saber lo que pretendo,
en este momento y en el siguiente
me abrazan los fantasmas
que me aplican vil tormento.
Sucumbo, pues no soy fuerte,
mala suerte tengo.
Me voy a buscar, me quiero encontrar,
más allá de la barra de un bar.
Sentí ser parte de un par
pero ahora sólo soy uno
y aún no sé por dónde avanzar.
Voy a romper todas las cadenas,
voy a ser fuerte y a respetar el deseo
que hoy fluye vivo por mis venas.
Miro hacia atrás y solo veo penas,
sentimientos que ya encontraron sus fronteras.
Miro hacia atrás y solo veo un chico
apuñalado a sangre fría
y que hoy cumple incierta condena.
Son los fantasmas peores que las armas,
son las armas mejores que las damas,
son puñales que se clavan, son las que duelen,
son las que hacen arder tus entrañas.
Y si pienso en ella no es porque quiero,
es  que hoy no puedo evitarlo, pero,
voy a intentar dejar a un lado mi deseo,
no lloréis por mi si por ello hoy muero.
Si quiero hacerlo tendría que quemar mi vida,
mis propias cicatrices son recuerdos,
medallas de una batalla perdida,
de un regalo, de unas fotos, de una mentira,
unas palabras, un paseo por la avenida.
Y cuando cambio el negro por el verde
me visitan los demonios y me muerden,
es entonces cuando el Albert se pierde
en este mar de dudas y con olor a muerte.

domingo, 13 de mayo de 2012

#actorSECUNDARIO

Recomiendo encarecidamente la canción Actor Secundario y, en consecuencia, el disco entero (Pasión de Talibanes) de Los Chikos del Maíz. Letras muy, muy gordas.




Porque solo yo sé el motivo por el cual escribo,
y me desvivo, por esta mierda que acabará conmigo.
Es tan jodido ser el centro de atención, 
una afición que exige 
pero me encanta jugar con presión.

Tengo la extraña sensación
de que, escriba lo que escriba siempre
hay quien lo interprete,
y acaba cansando este teatro,
dónde el público insensato intenta ponerte grilletes.
Actor secundario como James Coburn,
y feliz de cumplir en mi papel,
de no ser la cara principal
pero ser ese chaval que no sabrían que hacer sin él.

Quiero volver a hacer esas canciones;
regidas por libertad, por sensaciones,
lejos de opiniones, retractores de aficiones
que les pesa el nombre y no disfrutan de lo que compones.
Yo, escribo por necesidad, mas allá del que dirán
o lo que piense la disquera.
Escribo lo que querría escuchar
por ello tengo el alma llena y vacía en la nevera.
Artista qué más quisieran,
derrotista como el Charly, el pesimismo por bandera.

Es lo que tiene sentir, es lo que tiene soñar,
es lo que tiene que una mujer sea mi patria entera.
Un chico tímido, siempre huyendo de los focos
prefiere lo intimo y sabe ser feliz con poco.
Que en un escenario lo es todo, chico.
Bajo de él un tipo callado como Buster Keaton
soy complicado pero en cada puerto dejé buenas amigas,
y un puñao de hermanos,
pero adoro la soledad del escritor que cede ese regalo
y ese legado una vez muerto.

Y el tiempo será quien decida,
no esas críticas anónimas de caras escondidas
que no van a mermar mis ganas de luchar,
es mi modo de evitar que me pueda asfixiar la vida.
Y el tic tac será quien dicta y yo quiero pintar sonrisas y evitar momentos malos, heridas, cicatrices sobre todo ser felices que la vida es un regalo.

Y yo no quiero nada ni que nada cambie,
con mi música y mi gente me siento tan bien,
que no importa lo que fuera de mi diga quién.
quien me conoce sabe que doy el cien por cien,
y mírame en el ojo del huracán,
expuesto a las criticas y al que dirán,
pero mi sonrisa, chica nunca borrarán
y saben que mataré si juegan hoy con mi pan,
y solo quiero brindar,
más por los que se fueron por los que están,
por los que sufren mi parte creadora,
para los que yo siempre soy el actor principal.

Y me hacen dejar de odiar el mundo
y de odiarme, sobre todo lo segundo.
Me devuelven la confianza en las personas
y olvido esa sensación de asco por la que me culpo.
Y de nuevo tengo confianza en mí y renuevo mis ganas de escribir,
demostrarme ante el papel desnudo,
lejos de etiquetas, de marionetas y de escudos.
Si no escribo acabaré con todo,
si, esto es un tema de desahogo.

Necesito matar a mis demonios, necesita el Antonio un modo de huir del lodo,
huir de todo, de esas caras falsas que en el teatro del rap existen tantas,
que me hacen ir de vuelo deseando de volver a casa abrazar a quien me este esperando.
Volví a sonar que más dará los Royalty,
volví a soñar como Luther King Martin,
volví a mostrar heridas que compartir,
no soy un mártir no soy el hombre a batir.

Allá dónde las cámaras nunca enfocan,
allá dónde no notas si te equivocas,
allá donde da igual si vas a caer,
allá desempeño mi papel,
y es que cuando se baja el telón,
cuando se apagan los focos
es cuando empezará mi función,
llamadme enloquecido nadie nace loco.

Allá dónde las cámaras nunca enfocan,
allá dónde no notas si te equivocas,
allá donde da igual si vas a caer,
allá desempeño mi papel,
y es que cuando se baja el telón,
cuando se apagan los focos
es cuando empezará mi función,
llamadme enloquecido nadie nace loco.

Allá dónde las cámaras nunca enfocan,
allá dónde no notas si te equivocas,
allá donde da igual si vas a caer,
allá desempeño mi papel….

sábado, 12 de mayo de 2012

verdeANÁFORA


Verde esperanza. Verde hierba fresca, naturaleza mística que expande mi verde mente. Verde lo último que se pierde; esperanza. Verde esa mirada que ya no me mira. Verde botella, verde lujuria. Sinceridad de corazón. Verde fosforito que subraya mi vida. Verde luz, verde sombra. Verdes fantasmas y verdes fantasías. Verde que a mi alma muerde. Verde que vive y que mata. Verde que te quiero verde. Verde que todo lo pierde; verde que siente. Verde que quiero, tal vez quemado. Verde sangre. Verde sueño, nostalgia de cuando era pequeño. Verde dolor. Verde.

viernes, 11 de mayo de 2012

mitosyLEYENDAS#1


Cuenta la leyenda que en un lugar muy lejano, olvidado por los hombres,  hace mucho, mucho tiempo se encontraba Maro, un joven fuerte y atlético, de oscuros ojos y cabellos, corriendo como solía hacer siempre por el Bosque de las Ninfas. Maro era un joven de nerviosa sonrisa, inteligente pero muy despistado y esto muchas veces le traía un sinfín de problemas.

Esta leyenda habla de cuando Maro conoció a Carevo. Como siempre pasa con estas cosas los detalles son inciertos, pero cuentan las malas lenguas que Maro cayó inmediatamente prendido por la belleza de la ninfa en cuanto la vio y, en una gesta de gran valor, con el tiempo consiguió declararle su amor. Todo fue pasión y ternura, felicidad y risas al principio. Maro era feliz y ponía todo su empeño en satisfacer a su amada. Y estoy seguro de que lo consiguió.
Pero ya sabemos todos como son las ninfas, hermosas pero cambiantes y, según cómo, traicioneras. Fue así como un día de verano, Carevo, según cuentan, empezó a sentirse atada, arraigada a una tierra que, a pesar de amarla por ser suya no quería vivirla eternamente. La ninfa, seguramente ansiada por sus deseos de mundo cogió el corazón de Maro (que él mismo le había entregado) y se lo devolvió. Cuando el joven humano recogió su corazón de manos de su amada éste se resquebrajó,  se convirtió en arena y lentamente se le escapó de entre los dedos.

Desde aquel día Maro no volvió a ser el mismo. Personalmente me cuesta entender la pérdida del enérgico joven, pues no se sabía (ni se creía) artista y no me puedo llegar a imaginar que sintió roto. Pero el amor no son ni poemas, ni música ni pinturas. El amor son los pequeños detalles, momentos y recuerdos que jamás podrán ser borrados y que yacerán siempre dentro de nosotros como parte de nuestro ser. Sea como fuere Maro perdió sus ganas y su fuerza, pues día y noche tan solo podía pensar en su pasado. A punto de quedar anclado en un recuerdo consiguió rehacerse pero ya jamás volvió a ser el mismo. No había pasión en sus actos y sentía un goce adulterado cuando hacía aquello con lo que siempre había disfrutado. En sus ojos no había brillo; eran tan oscuros como siempre y si te fijabas bien tan sólo veías un frío e inexpugnable vacío.

Aún hoy, tras los siglos que pasaron y por los que están por venir, el fantasma de Maro sigue correteando en penitencia por el bosque de las ninfas, consciente o no de que aún no ha olvidado a su amada Carevo. De vez en cuando ambos se reencuentra y Maro siente alivio en su pecho, calor; fuego que sin saberlo consume todo lo hecho para intentar olvidarla.
No recuerdo quien me contó esta historia aunque posiblemente fuera una voz demente en mi cabeza. No recuerdo si es real o fantasía, cierta o incierta. Maro puedes ser tú, un amigo, un conocido. Un hermano o un padre, quien sabe. Maro sufre y jamás entendí su dolor y desgraciadamente ahora empiezo a entender ese sinsabor.

Nota: por si no había quedado claro, el personaje de Maro no (repito: NO) está basado en mí.


Post Edit: No lo he hecho a propósito, pero resulta ser que Maro es una localidad Malagueña; casualidades de la vida... 

jueves, 10 de mayo de 2012

estoyHARTO

Estoy harto de los "no" y las alternativas que no llevan a ninguna parte. Estoy harto de que no paren de mostrarme puertas que se cierran en mis narices. Estoy harto de tantos cambios vertiginosos, de prepararme concienzudamente para algo que jamás llegará. Giros de ciento ochenta grados constantemente, inestabilidad, dudas. Noruega, Finlandia, ¿Austria? Ya no lo sé. Estoy harto de no saber que hacer. Ya estoy harto de perder el tiempo, de perder las cosas; de perderlo todo y no poder hacer nada...

historiasdeÉL#2


Habían pasado ya tres noches en las que apenas había dormido unas dieciocho horas en total. Por las mañanas él se levantaba descansado físicamente, dispuesto a seguir el camino que había tomado, pero mentalmente agotado.
Cada día caminaba esperando salir ya de aquellas tierras devastadas, pero no era consciente de si avanzaba o retrocedía. No tenía referencias en su camino, no había indicaciones ni señales en el trayecto. Pero seguía andando; esa era la única cosa que le quedaba. Durante el día el sol bañaba su blanca tez y le permitía ver con mayor claridad los socavones y piedras con las que podía tropezar. Era molesto pero al menos era consciente y en parte capaz de intentar esquivarlos. Bajo el cielo azul y el brillo del sol era capaz, en la medida de lo posible, de abstraerse de lo que le rodeaba y olvidar en parte sus preocupaciones. Pero cuando el sol caía y la noche era oscura, la débil luz de sus cigarros no le servía para ver más allá de su propia nariz. Era momento entonces de hacer un alto en el camino para descansar, para coger fuerzas para el nuevo día que estaba por llegar. Entonces empezaba el baile de sus fantasmas.
Dormido, abandonado a los caprichos de su subconsciente se veía inmerso de nuevo en nítidas proyecciones de sus recuerdos. Situaciones en parte bonitas; situaciones que seguramente le encantaría que se hicieran realidad pero que eran una pesada losa. Se despertaba siempre angustiado, con un regusto dulce en la boca y eso le confundía. Era consciente de que todo estaba acabado, de que era inútil intentar reconstruir ese imperio. No creo que nadie dude de que él no fuera capaz de hacerlo, nada más que, aunque lo lograra nada tendría sentido sin la musa. No habría vida, no habría la chispa que hacía girar al mundo. No habría pasión que alimentara el fuego.
Sabía que lo más sensato era salir de allí a pesar de que una parte minúscula de su ser aún deseaba algo imposible. Supervivencia sensata o muerte pasional. Ególatra de él prefería seguir vivo.

Al alba del cuarto día, tras un par de horas de camino, mientras aún pensaba vagamente en los fantasmas que se le aparecieron la noche anterior, empezó a nevar. No había nubes en el cielo y esa nieve no estaba fría. Aparecieron de la nada, en forma de copos de nieve, promesas pasadas de un periodo de vida que él había anhelado. Recuerdos de lo que pudo ser y no fue, de lo que jamás sería. Se sentó y pensó sobre ello; pensó que ese deseo tal vez sólo fuera una forma cobarde de escapar, pero también lo veía como una manera de demostrarse a sí mismo su valer. Había pasado poco tiempo y todavía quedaba mucho camino. Respiró hondo, siguió fumando de su incombustible cigarro y retomó el camino en silenciosa penitencia interior. 



miércoles, 9 de mayo de 2012

sinTÍTULO#1

Nuevos aires, olor a nostalgia,
recuerdos grabados en piedra caliza.
Humo de noche; no duermo de día
en busca de una conversación amiga, 
una misiva sin firma.
Sin rencor ni odio en el folio, 
avanzo consumiendo tinta como petróleo.
Sin referencias ni rumbo hacia un destino perdido.
Historias de ayer y de siempre, 
del hoy y el mañana.
Nuevos aires, nuevos tiempos.
Antiguas las heridas.
Nota: Está huérfano de título. Se aceptan propuestas.

historiasdeÉL#1

Como ya pasara en anteriores ocasiones de su vida él volvió a su estado primitivo. Entonces un niño, luego un adolescente; ¿un hombre ya ahora?... Como fuera, tras el dolor que provocan las musas, cuando lograba comprender ese dolor se vaciaba de emociones por dentro y emprendía un camino para volver a hacerse a si mismo.


Tras el llanto silencioso, la penitencia interior y el dolor, a la tercera noche se alzó y dio el primer paso en busca de su nuevo ego. Como ya pasara en anteriores ocasiones de su vida, el punto de partida era siempre similar: las ruinas devastada por lo que él llamaba "la tragedia de las musas"; el imperio hecho añicos que con tanta pasión había esculpido su anterior yo.
Con su inquieta mirada, siempre atenta a su alrededor, tomaba instantáneas de la tragedia. Era una imagen que le aterraba profundamente. Recordaba la primera vez que se vio en esa situación. Apenas empezaba a entenderse a si mismo y se encontró de golpe en medio de semejante masacre. Su corazón le bombeaba sangre impregnada de terror a un ritmo inhumano. Tardó semanas en reaccionar al miedo y lograr escapar. Pero esta vez era distinto, sentía un gran alivio en su pecho. Lo notaba vacío pero fresco y lleno de espacio.

La brisa que correteaba se llevaba el humo de lo que aún ardía. Ya no había fuego en su interior, y si lo había ya no le quemaba las entrañas. Inspiró hondo y emprendió su viaje. Se sentía un trozo de arcilla al que debía darse forma. Con su libreta en la mano, llena de historias que sus alter-ego habían inventado para sus respectivas musas con tanta pasión, se recordaba sus muchos pecados y virtudes. Historias de amor, correspondido y no, de sueños imposibles, de demencia y pequeñeces. Historias de su vida vistas desde el prisma por el que sólo él podía (o se quería) a mirar.
Pese a tantas historias ya escritas, lo que más le reconfortaba, lo que realmente le aliviaba todos sus males era la cantidad de hojas por escribir que quedaban en su libreta. La promesa de nuevas historias le embriagaba. Como ya pasara en anteriores ocasiones de su vida, emprendió el viaje, rumbo a nosedónde* con la esperanza de que ese camino le llevara a una musa que quisiera cumplir esas promesas.

*palabro

Por si a alguno le interesa (permítanme dudarlo) puede haber más de éste, pero no sé cuándo.

martes, 8 de mayo de 2012

#agradecidoETERNAMENTE

#UNO
Tan solo quisiera que supierais lo infinitamente agradecido que os estoy por todo lo que habéis hecho por mí. Desde el primer momento me hicisteis sentir parte de vuestra familia, acogiéndome y tratándome como a uno más. Desde los detalles más mundanos hasta actos más relevantes, quisiera agradecer todo lo que habéis hecho por mí. Agradecer ese hueco en la nevera para que pudiera tener voll-dams, los cambios de menú y platos extra que se han tenido que preparar por mi especial gusto por la comida; soportar casi rutinariamente que cada fin de semana hubiera un inquilino más en la casa. Gracias por inculcarme un poco de cultura musical, de blues y jazz más allá del bombo y la caja de mi hip hop. 
Gracias por abrirme las puertas de vuestra casa siempre con una sonrisa en la boca.
Todos estos detalles y muchísimos más que me avasallan la cabeza ahora mismo harían una lista interminable y cansina de leer. Al final de esa lista os puedo asegurar que hay escrito, a puño y letra un sincero e infinito agradecimiento.

#DOS
Lamentablemente no hemos podido compartir tanto tiempo como me hubiera gustado pero sí el suficiente como para darme cuenta de lo grandes personas que sois. He disfrutado mucho de los pocos ratos (sobretodo de sobremesa) que pude compartir con vosotros, de todas las charlas, disputas y risas y quiero agradeceros el trato que habéis tenido siempre hacia mi persona, el interés mostrado y toda la ayuda prestada. Esto en lo que me embarco es un viaje, como uno de tantos de los que disfrutasteis, lo que no sé hacia dónde me dirijo ni cuándo volveré. Por lo tanto, sólo puedo poner la vista al cielo y esperar que podamos volver a compartir una mesa de nuevo.
Muchísimas gracias por todo.

#deNUEVO

De nuevo el desastre. De nuevo un vuelo por las alturas del que me precipito al vacío. De nuevo magulladuras en la piel, olor a rojas rosas ya marchitas ardiendo a mis espaldas y sabor a metal en la boca. De nuevo yazco en aquel campo de flores, tendido bajo un gran cielo azul. De nuevo historias de un niño kamikaze.

Respiro hondo, cojo fuerzas; me incorporo. Me enciendo un cigarro y echo la vista atrás. Observo lo que fue. Pestañeo y a un lado veo lo que pudo ser. ¿Necesito una señal? No, gracias; el silencio otorga y ya no hay más tiempo para el luto. No más. 

Empiezo a andar para dejar atrás los cuervos norteños que sobrevuelan mis recuerdos y abandonar fantasmas que quisieron hacerme creer aquello que ni ellos mismos creían. El viaje es largo y lento. Hoy tan solo unos pequeños pasos. Aún oigo las voces que quiero que me susurren al oído, pero son sordas. Tal vez mañana u otro día ya esté demasiado lejos y ya no pueda oírlas. El tiempo dirá.

lunes, 7 de mayo de 2012

#lunesdeDOLOR

Y lo peor de todo es lo injusto que me siento, no por lo que me ocurre sino por como estoy siendo. Por suerte, cuando ya lo has perdido todo, ya no te pueden quitar nada más.
Nada importa donde nada hay. No necesitaba ánimos sino motivos. No quería mantener con vida aquello a lo que no sabía ponerle nombre. Quería escribir simplemente otra historia pero para ello me faltabas tu. Ahora ya no hay motivos para seguir creyendo en algo imposible. No soy capaz, no me siento tan fuerte como para escribir un motivo en el que no me haces creer.

domingo, 6 de mayo de 2012

#heESCRITO

He escrito cosas de las que me siento orgulloso. He escrito otras de las que me avergüenzo, pero hay unas pocas que jamás dejaría leer a nadie. Cosas tremendas, sentimientos, tanto buenos como malos hechos tinta tal cual.
He escrito sobre felicidad y tristeza, sobre amor y odio. He escrito sobre sueños y verdades encubiertas. He escrito con la sangre de mis venas, con el sudor de mi frente y las lágrimas de mis ojos. He escrito con sueño, hambre, sed o cansancio. He escrito con música, con la radio y en silencio. He escrito solo.
He escrito lúcido, ebrio, con hierba y sin ella; feliz, triste, enfadado... he escrito.
He escrito sobre folios sueltos y libretas, con lápiz, bolígrafo y rotulador. He escrito muchas cosas y he dejado muchas más por escribir. He escrito perdón y súplica y he escrito gracias.

#graciasSUPONGO

Saboreé tanto como pude aquella calma. Allí solo, alejado de la gente y la vida, abandonado en medio de aquel silencio únicamente roto por el piorrotear* de algún pájaro. El verde natural me empapaba de frescura y calmaba el violento fuego que ardía en mis entrañas. Por un instante infinito deseé cerrar los ojos y quedarme allí atrapado para siempre.


Lo mejor fue cuando me di cuenta de que mi subconsciente es un gracioso cabronazo que me había llevado donde todo empezó cuando todo acaba de terminar. 


*palabro.

miércoles, 2 de mayo de 2012

#nada

Nada es relevante, nada importa y nada me preocupa. Parece bonito y apetecible, pero no lo es. Es la absoluta falta de necesidad, raíces que nacen de mis pies y se hunden en el suelo. Me arraigo en la nada.
No hay motivación, solo monotonía. vaya dónde vaya, esté dónde esté siempre me encuentra y cuando me encuentra viene rápida por mi, me abraza y me besa; me sonríe, me embriaga con su aroma y me embauca con sus mentiras. Con sus tiernos labios me susurra cuentos al oído y siempre caigo... Soy un hombre débil y ella una mujer astuta. Es la misma historia de siempre: un hombre y una mujer llamada Desidia.

Y ahora dime qué hacer, qué harías si tuvieras hambre pero no ganas de comer. El alcohol apenas me embriaga, las drogas levemente embelesan mi ser que a todas horas es consciente de que todo sigue su curso excepto yo. Dime tú qué hacer cuándo tienes mil balas pero ningún objetivo que abatir, cuándo tienes todo el dinero pero nada que comprar...

Nada es relevante, nada importa y lo peor es que siento que nada necesito. Simplemente sigo dando vueltas en círculo, monótonamente, como una aguja da vueltas a un reloj.