sábado, 25 de agosto de 2007

Sincerémonos

~1 "La verdad es que le parecía la chica más guapa del mundo.
Y le gusta, demasiado cree él.
Lo cierto es que le gusta desde el primer día que se topó con ella por la calle y hablaron.
Me parece que hasta se aficionó a ir a la biblioteca por ella.

¿Qué cosas tiene esto del destino, eh?"


~2 "Y a veces, más que por el ciego, le gustaba por la satisfacción
que le producía pensar el trabajo que le había costado liárselo.
Lo encendía y tiraba. El humo recorría su tráquea y llegaba
machacante a sus pulmones. Después, abría un poco la boca
y lo dejaba en libertad.

Porque en realidad nadie le entendía. Y hablaba y hablaba
y nadie le escuchaba realmente. Entonces terminaba por sentirse mal.

Por eso, fuma y olvida"


~3 "Todo empezaba cuando llegaba.
Primero, emoción.
Bajaban y se cambiaban.
Poco a poco el miedo se apoderaba de él.
Presumía ser excitación, pero él bien sabía que era miedo.
Y luego, empezaba el combate.
Por suerte, el otro tenía tanto o incluso más miedo que él.
Y él lo sabía.
Y entendío que no se trata del más fuerte.
Ni del más hábil.
Tan solo del que esconda mejor su miedo.
Eso fue lo que aprendió aquellos viernes por la tarde..."


~4
"La cuestión es que él no se enamoró de una rubia.

Por muy guapa que fuese."



Esto se acaba (para volver a nacer, pero se acaba). Por eso, me sincero. ¿Alguien me acompaña?

martes, 21 de agosto de 2007

¿Despedida y cierre?

El arte viene y va, y la musa sigue su estela. A veces dos hombres, suficientemente unidos pese a la distancia que les separa, arañan unos pocos minutos de sus bohemias vidas para charlar. Y es en una de esas conversaciones noctámbulas cuando la musa les viene a visitar. Y de la nada aparece una idea nueva.

Con ánimos renovados dos hombres trabajan mientras todos duermen. Como dos niños haciendo un hoyo en la arena, mi hermano y yo estamos tramando algo.

Por eso ahora lo tengo que dejar; tengo una ciudad que conquistar, cenar y estirar las piernas.

Hasta mejor ver, esperad noticias nuevas.

~Atte. albertt!

viernes, 3 de agosto de 2007

Cuatro noches y la pasión

Nunca pensó que llegaría a desear con tantas ganas que lloviese cada día como durante aquel verano. El sol, el buen tiempo, el calor; ninguno de ellos era agradable si trabajabas de camarero en la terraza de una heladería. Y él lo era.

Entre semana, a eso de las cinco de la tarde, bandeja en mano empezaba una nueva jornada. La verdad era que ser camarero era algo que le gustaba pero no acababa de entender el porque. No soportaba a la gente y menos cuando se ponían quisquillosos o simplemente cuando hacían algo que le irritase (cosa que no era muy difícil). Pero pese a todo había vuelto a eso de la hostelería.

Cada día sirviendo mesas, llevando helados, granizados y horchatas. Y cada día igual de ausente, pues no podía evitar reprimir ese sentimiento que latía en su interior y no terminaba de saber que era. Primero calidez, después fuego, ardor, furia; y luego, cuando lograba reprimirlo un poco, acaecía creación. Creación que se desbordaba por sus dedos y se materializaba, gracias a su bolígrafo de apuntar los pedidos, sobre servilletas, hojas, tiquetes o cualquier papel. Creación que, según él, se malgastaba.

Un día, cuando ya tenía servidas todas las mesas, se apoyó en la barra y, como de costumbre, se quedó mirando hacia fuera. Era una calle céntrica y cualquier hora era buena para pararse a ver a cualquier chica guapa que pasase y le alegrase un poco la vista. Como de costumbre miraba, sonreía, alguna que otra vez comentaba con algún compañero, y dejaba la imagen perdida en la memoria. Pero aquella vez fue distinto, aquella chica de los shorts negros, la que había pasado hacia las seis, ahora, una hora y media más tarde volvía a pasar de nuevo. Y cruzaron una mirada. Fue muy rápida, muy corta, pero muy intensa. El camarero, con la bandeja llena de vasos y copas, pudo, por un momento beber un sorbo de esa mirada. Un sorbo que duró un instante hasta que la chica desapareció a la lejanía.

Dos días después, cuando la terraza estaba bastante concurrida, era la hora en que el camarero solía volverse más áspero. No le acababa de gustar que la gente no entendiese que él no era uso exclusivo de cada cliente. Pero aguantaba; respiraba hondo y salía a la terraza, caminando con prestigio y ensayada sonrisa en la boca.

Cuando la cosa empezaba a calmarse y el reloj casi marcaba las ocho de la tarde, un par de chicas bastante guapas se sentaron en su zona de la terraza. Y su zona era suya. Caminaba con paso seguro y mirada distraída hacia ellas y cuando fijó la vista en las chicas vio que una de ellas le sonaba, pues era la chica de los shorts negros. Y agradeció a la nada que se hubiese vuelto a pasar. No sabía muy bien porqué pero había vuelto a pasarse.

Les tomó nota y cuando las sirvió le dedicó una sonrisa. Pagaron y les llevó el cambio, como solía hacer con todos los clientes, y se fue a recoger otra mesa que había quedado libre. Cuando volvió a pasar por su lado, ésta le hizo detenerse, acercándole el platito del cambio dónde habían dejado una propina. Él, agradecido, le volvió a dedicar otra sonrisa y continuó su camino hacia la tienda para vaciar la bandeja. En el corto trayecto que hizo pudo ver como en el platito, a parte de un par de monedas había un papel que no parecía un tiquete. Sin perder tiempo en ver que era lo cogió y lo guardó en el bolsillo.

Afuera la faena se le acumulaba así que no reparó mucho en averiguar que era aquel papel. Y así fue hasta que terminó la jornada. Hasta entonces no se volvió a acordar del papel que había recogido por la tarde del platito de la propina. Lo abrió con cuidado y vio que en él había escrita una dirección de Messenger. Se intrigó; lo había visto en películas, lo había visto en series… pero ¿en la realidad…? Esas cosas tan solo pasan en las películas, se dijo. Entonces guardó el papel en el bolsillo de nuevo y se fue para casa.

Como siempre llegaba tarde a casa, cerca de las dos de la noche. Para él no era problema, por la noche nadie le molestaba y esos ratos de noctambulismo los aprovechaba para escribir todo aquello que se le ocurría en aquellos momentos de “desenfreno” que le daban. Sinceramente, cuando escribía no podía evitar sentirse realmente solo. Pero ya se había acostumbrado.

Abstraído en sus pensamientos se acordó en el bolsillo del pantalón de trabajo tenía guardada aquella dirección de correo. Sin saber muy bien porqué decidió agregarla para ver quien era. Y para sorpresa suya, pese a la hora que era, aquella persona estaba conectada.

No le atraía mucho la idea de hablar con gente que no sabía quien era así que esperó a que él o ella le hablase primero. Pero no hubo respuesta. Se intrigó y decidió ir a dormir.


Bueno, la tengo pendiente de continuar. No sé cuanto me va a llevar ni cuanto la voy a alargar. Pero si no pasa nada, no creo que tarde nada...
El titulo me gusta pero no me acaba de convencer =/

En fin... supongo que a alguien le debo una historia de amore...
*respecto a la palabra tiquete, ya sé que suena como el culo, pero se dice así…
zaludos a todozz!

EDITADO 8/Agosto/07: Esta historia queda inacabada por motivos personales hasta nuevo aviso (el cual no creo que llegue). Gracias

miércoles, 1 de agosto de 2007

Ciclos no tan monótonos [versión 2007]

Duermes cansado – ¡Despierta!Tu madre; solo se preocupa por tiEnchufaré un poco el pc¡Deja eso, desayuna y ves a ducharte de una vez! Solo se preocupa por ti –Una ducha, vestirse y 10 minutos de Pc –Supongo que ya es hora de irse a comer… - Un paseo hasta casa de tu abuela – Este año tienes tus gafas nuevasTambién tu gorraTambién, también – Llegas a casa de tu abuela, comes – Este año ya no está tu abueloYa… murióEra un gran hombre – Vuelta para casa - ¿Qué hago?Conéctate - ¿Y si leo?Ya terminaste el libroTal vez pinte algo… - Sí, pero date prisa, curras de aquí nadaYa ves… - Diez minutos de paseo hasta el curro – ¿Qué pasa nen? – Saludas a tu jefe. Ocho horas de trabajo y un rato de tertulia – Bueno, habrá que ir a hacer un sueño… - Te vuelves para casa – El Pc está apagado - ¿Por qué lo apagan?Mama, ya he llegado… - ¿Por qué tienes que hacer eso cada noche?Bah, qué más da. Solo se preocupa por mí - ¿Qué haces?Miro a ver quien hay… - Son casi las tres, vete a dormirEste año es más interesante¿En quién piensas, en ella? - ¿En cual de todas?

Duermes cansado. Ayer te acostaste tarde – ¡Despierta! – Tu madre otra vez – Joder… cada día igual… - Tranquilo; solo se preocupa por ti Enchufaré un poco el pc¡Deja eso, desayuna y ves a ducharte de una vez! ¿Por qué no se olvidará de mi un poco? - No lo hace con malicia, solo se preocupa por ti… –Una ducha, vestirse y 10 minutos de Pc – Supongo que ya es hora de irse a comer… - Un paseo hasta casa de tu abuela – Hoy no me pongo las gafas – Pero la gorra sabes que sí… – ¡Claro! – Llegas a casa de tu abuela y comes – Bueno, me voy – Vuelta para casa - ¿Qué hago?ConéctateSí… – Media hora aburrida de internet – Mira, se ha conectadoHola guapa, ¿cómo va todo? Hacía tiempo que no hablábamos eh…No sabes que tiene pero pese a todo aun es capaz de arrancarte una sonrisilla de la bocaBueno, ya quedaremos… – Ya se ha ido… – A todo esto… ¿sabes que hora es?Sí… - Diez minutos de paseo – ¡Buenas!Dicen que el saludo es importante… - Tres horas de trabajo y levantas la cabeza mientras te pagan – *Sonrisa tonta en la bocaCualquiera que te vea… - Hombre preciosa, qué haces tú aquíDije que vendría a verte… - Siete minutos de charla. Se fue – Te ha venido a verYa ni las flipadas de los clientes importan… - *Felicidad inexplicable - Cinco horas de trabajo más y el tradicional rato de tertulia – Bueno, habrá que ir a hacer un sueño… - Te vuelves para casa – El Pc está apagado - ¿Por qué lo apagan? Mama, ya estoy aquí… - ¿Por qué tienes que hacer eso cada noche? Bah, qué más da. Solo se preocupa por míEnchufa lo de los mosquitos, que luego te pican Hoy estoy cansado… - Son las tres pasadas, vete a dormir Buala, pero es que me ha venido a ver…Pareces un niño - ¿Qué quieres? No me dejan crecer… - *Felicidad

Despiertas. Hoy no oyes a tu madre – Son solo las nueve – Tu hermano está viendo la tele – Como no… - ¿Y tu madre? – Comprando seguramente – Hoy tienes fiesta - ¿Qué hago?Este año tienes dos días de fiesta Se agradecen – Desayunas como un rey y te vas un rato al Pc – Ya he sacado planes para esta tardeY para esta noche también… - Te duchas, te vistes y te vas a comer a casa de tu abuela – Me quedaré un rato en el bar… - Menudo estás hecho… - Buenas – Tu tío está también. Como tú, tiene fiesta – Una mediana, por favor – Tragas y recuerdas – El año pasado al igual pedías cervezaComo pasa el tiempo – Vas a casa de tu abuela. Comes y te vuelves – Escribiré un ratoDéjalo ya, tienes que ir a pillar el bus – Media hora de camino - ¿Qué pasa tío? – Te encuentras con tus amigos – Solo os veo de semana en semana eh… - Nunca se pasan a verte Bah. Da igual – Pasas toda la tarde con ellos – *Rutina. Monotonía. Alegría - ¿Vamos a cenar, tomamos algo y luego vamos al cine? – Llamas a tu madre – Mama, hoy no vengo a cenar… es que… - No te deja terminar - ¡Siempre igual! Nunca cenas en casa y para un día que puedes… - No te cabrees con ella. Solo se preocupa por ti, entiéndelo – Cenáis y vais a tomar algo. Luego os metéis en el cine – Ha estado bien la peli. Bueno, mañana nos vemos si tal… - Vuelves para casa - ¿Qué coño hace hoy también el Pc apagadoMama, que ya he llegadoJoder, ¿y por qué hoy también tienes que avisarla?A veces creo que no he cambiadoYa ves… cuánto ha pasado Un añoOh, sí. Un año… - *Madurez. Felicidad. Monotonía.Vete a dormir, que mañana vuelves a tener fiesta… - Y tanto…


Bueno, espero que os guste. No es más que una adaptación de Ciclos Monótonos, una historia que hice hace un año (qué está en el blog) y qué no deja de ser una adaptación de "MONOTNONÍA - Historia de amor" del hermano Ori que podéis encontrar en su blog Lágrimas de la Diosa (http://lagrimasdeladiosa.blogspot.com/). Gracias hermanou (B). Espero poder llegar a escribir la adaptación del año que viene... =D

Y creo que ya está. Para entenderlo, hay que leerlo como un dialogo.

Voz en negrita: Narrador
Voz en cursiva: Yo interior
Voz en naranja: Yo exterior
Voz en azul claro: Madre
Voz en rosa: Ella
Voz en azul oscuro: Amigo
Voz con *: Sentimientos