viernes, 30 de marzo de 2012

enSUCIO#1


He mirado a los ojos a mis miedos más profundos. Masacraron y prendieron mis sentimientos y quedé vacío por dentro. No tenía fuerzas. El sol no iluminaba en mi vida, el viento ya no soplaba. En medio de esa calma no había ápice de paz. No había pena ni alegría. No quedaba nada, tan solo yo, tendido en medio de la nada.
Poco a poco, casi sin darme cuenta, fui masticando todo ese sinsentido insípido y toda esa desolación. Aquella masa que mascaba se convirtió en rabia y odio. Masticaba y masticaba hasta que al fin tragué. Ahora esa rabia yace en algún lugar dentro de mi y, como una maldición, a veces arde y prende mis entrañas.
Con el paso de los días el mundo volvía a recuperar su forma, sus colores, su vida… volvía a recuperar el hilo del tiempo. Pero a pesar de ello, aun no encuentro ese brillo de las pequeñas cosas que antes percibía. Todo es como si fuera un perfecto decorado, casi tan vívido y real como la vida.
Ahora, cuando recuerdo estas cosas, noto arder infinidad de cicatrices y me reencuentro con ese sabor metálico a dolor. Miro al norte y veo esas tierras que para mi son malditas, pero aun no comprendo realmente que siento al mirarlas. Pero miro más allá, más al norte y veo la fría luz de nuevas promesas. Veo una luz glacial, pero a la vez cálida y acogedora que me invita a que vaya con promesas analgésicas.

domingo, 25 de marzo de 2012

Cuartetos

Trescientas sesenta y cinco palabras,
veintidós mil quinientos minutos de amor,
dos poemas, tus labios, los míos y el calor.
Noches de verano, volar sin alas.

Espero por las tardes bajo tu ventana,
duermo por las noches sobre tu tejado.
Ríos de tinta con sabor descafeinado
para recordar tu cara a las tres de la mañana.

Soy poeta sin poemas.
Olvidé las llaves y el dinero en el cielo
y las musas me olvidaron en un desierto de hielo.
Soy poeta con problemas.

Te imagino sin saberte;
te respiro, te miro sin verte y te abrazo sin tocarte.
Tu sonrisa, tus labios y tus ojos; puro arte.
Soy loco. Te dejé libre para poder tenerte.

miércoles, 21 de marzo de 2012

DRUGS#5

Y reiremos tranquilamente en algún momento de nuestra vida. Recordaremos miles de historias, algunas largas y otras breves como un pestañeo. Algunas muy felices y otras tristes y dolorosas. 
En un nuevo mundo que yo inventaré para ti seremos los reyes. Del verde de tus ojos crearé extensos mantos de verde que cubrirán más allá de donde alcanza la vista, surcados por un sinfín de ríos. El frescor de este nuevo mundo llenará nuestros pulmones.
En el cielo colgarán las ruinas de antiguos imperios. Sentados en el balcón de una casa inventada en tu imaginación nos miraremos y nos evocaremos a miles de sueños que, porqué no, podrían cumplirse. Nuestros pies bañados por las aguas de todos los mares y océanos del mundo. Nuestra piel acariciada por las brisas que soplan en las colinas más bellas. El calor de un hogar una fría tarde de invierno.
La nostalgia que nade de la distancia y el tiempo. Una chispa.
Una mirada y una sonrisa.
Un beso.
Para ver el arcoíris hay que soportar la lluvia

viernes, 2 de marzo de 2012

jueves, 1 de marzo de 2012

beforeDRUGS#4

Y es en esos momentos del día, entre la vigilia y el sueño, cuando no estás realmente dormido pero tampoco realmente despierto; esos minutos que con suerte pueden alargarse a un par de horas, cuando mejor fluyen las historias. Aprovecho, pues, que no soy realmente consciente de aquello que existe fuera de mi ser para concentrarme en mí, en mí ego, sus sentimientos y sus preocupaciones; no me debo a nada más.
Rebusco en las profundidades en busca de "una verdad". Rebusco intentando encontrar sentimientos, los que sea. Pocos ápices de felicidad encuentro pero también es cierto que no oigo los redobles de la tristeza. Parece ser que todo está inundado de una sorda y gris indiferencia. Y toda esta indiferencia brota de un profundo agujero, un vacío abisal del cual no diviso el fondo.
Muchas son las dudas que arremeten sobre mí, día a día. Como el mar que rompe en las rocas, la incertidumbre erosiona en mi, lenta e impasible, monótona como el paso del tiempo.
A lo lejos diviso un verde esperanza que está tan cerca pero a la vez tan lejos... Siento erizar mi piel con el frío de nuevas promesas, pero también quedan lejos. El único calor que palpo es el que genera mi propio corazón que, reticente a morir, sigue con su incesante latido. Y suerte.
Quisiera escribirme nuevas historias de amor en las que todo fuera siempre hermoso. Quisiera escribir sobre mí, sobre ti; sobre un nosotros, en fin. Pero aun quedan heridas, algunas cicatrizadas y otras siguen abiertas. Aún sangro tinta negra con la que doy forma a estas historias.