lunes, 20 de noviembre de 2006

~Me mira. La miro...

Me mira, la miro. Intercambio sutil de miradas. Escasos segundos. Cierro los ojos, a cada parpadeo me parece mas guapa. ¿De donde habrá salido? ¿Se necesita una razón para ayudar a alguien? ¿Y para querer a alguien?

Me mira, la miro, nos seguimos mirando. Podría pasarme horas así. Podría abrazarla sin ni siquiera tocarla.

Me mira, la miro. Parpadeo. Esboza una dulce sonrisa en su cara. Articula levemente sus labios y pronuncia una palabra que me hace enloquecer.

Me mira, la miro. Cierro los ojos y los abro, despierto.

Hoy, un lunes como otro cualquiera, en una clase de química como otra cualquiera, en un atípico mes de Noviembre en el que aun hace calor, me deshago de mis cadenas. Sí, te dejo. Abandono una vida entregada a ti, a llevar los grilletes de estar enamorado y a cumplir condena volviendo solo a la cama.

Me coges la mano, está fría, como el mármol, y tiembla. Siempre tengo las manos frías, lo sabes, igual que sabes muchas mas cosas de mi. Pero hoy lo dejo. Me abandono a los placeres de una vida solitaria con sabor a café con leche; una vida de egoísta, gris, de miradas perdidas y poesías sin dueña. Una vida circunstancial, que puede que abandone en un tiempo. Pero el tiempo es algo tan efímero, algo que simplemente pasa…

Con el tiempo, los príncipes se vuelven ranas, las flores se dan cuenta de que nunca podrían despegarse del suelo y la ilusión se abraza a la tristeza. Decepción, extraña conocida, ¿cuánto hacía que no nos veíamos? ¿cómo te han ido a ti las cosas?

Reina, estate tranquila y no te preocupes, yo seguiré a tu lado. Un día te quise, puede que otro vuelva a hacerlo. Aun así sigues siendo la joya de mi vida y no te desesperes, piensa que es la mano la que envejece y no la sortija, que pasarán los años y seguirás siendo preciosa, que el cielo tendrá envidia de tus ojos. Y nos haremos viejos y, como el tópico de siempre, estaremos sentados en bajo un porche, llenos de arrugas y, tal día como hoy, nos volveremos a mirar.

Todo eso, porque te quise, porque me enfrenté a la soledad, escapé del recuerdo y vi la luz en tus ojos y la pasión en tu corazón. Porque sé que, al menos un día, al menos en un pequeño instante, me querrás de una forma especial, y, al fin, te darás cuenta de que no habrá nadie que te quiera mas que yo.

Me miras, te miro. Soy libre… ¿y ahora qué?

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Bueno, hago un pequeño paréntesis en esa larga historia que me llevaba entre manos para escribir algo que salió verdaderamente de dentro, tal cual como se narra. Esperemos que las cosas le vayan bien al pequeño aLbert - para los no-informados, albert soy yo ._. - en la vida =D...
PD: Sí, coño, otra ñoñería de las mías. ¿Y qué? Es mi blog y encima el Domingo tengo Campeonato y estoy de adrenalina hasta el culo. Es normal cojones =D!!

Comentarios sumamente agradecidos =D

3 comentarios:

Anónimo dijo...

este es el fin?¿?¿?¿tanto tiempo para nada?¿pensava k eras mas luchador...k llegarias donde tanto tiempo habias querido llegar....xo en fin no soy nadie para decirte nada. seguramente ni sabras que esto te lo he escrito yo.simplemente te dire : mejores?¿

Anónimo dijo...

Este primer anónimo se ha quedado bastante confundida/o y creo k tiene razón... kizás no sepas lo que sientes, kizás aora sea más difícil que antes, pero eso no es motivo para dejar enfriar los pensamientos... también actúas así en un campeonato? demuéstrame que no. Felicidades al primer comentarista, por tan sabio consejo, ha demostrado tener cierta madurez.

~albertt dijo...

Simplemente gracias a ambos. Me habeis hecho ver algo que necesitaba. He sido egoísta, caprichoso, un niño pequeño, que se enfada, llora, y vuelve con media sonrisa en la boca.

Me habeis hecho ver que debo seguir luchando. Gracias de verdad.

Si supiese quienes sois... =D

PD: Perdona por haber dejado de creer en ti, aunque solo fuese por un momento.