jueves, 7 de junio de 2012

sinTÍTULO#3

Sientes esa agonía en el pecho que te oprime; no sabes qué es pero lo notas rígido y tenso como un corsé que no te deja respirar. Quieres deshacerte de esa sensación y por eso escribes, pero son cosas feas y tristes, letras que te anestesian momentáneamente pero no son suficiente. Te entiendo.
Quieres ir lejos, correr hasta notar tus piernas temblorosas por la fatiga, pero sólo te ponen barreras. Quieres desaparecer, cerrar los ojos y al abrirlos encontrarte bien lejos. Ven conmigo, coge mi mano y jamás querrás volver a huir. Ven conmigo y correré a tu lado y romperé todas esas cadenas que no te dejan marchar. ¿Quieres volar? Ven y te daré alas y surcaremos los cielos de nuevos mundos y te llevaré hasta sus confines. Ven conmigo y yaceremos juntos, prácticamente libres, solamente esclavos del placer. No te prometo oro, ni te pido amor; tampoco puedo dártelo. Tan sólo quiero sonreír contigo y beber de la miel de tus ojos. 
Yo no sé quién eres pero te quiero conmigo. ¿Sabes tú quién soy?

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