martes, 8 de mayo de 2007

[Ensayos de la hora de dormir ~2]

Las casualidades siempre fueron curiosas y más si son casualidades peculiares, de esas que no frecuentan repetirse. Últimamente me siento un poco pché, como luchando contra algo a pesar de tener este próximo domingo un campeonato. Si bien no, días antes de mi último campeonato también estuve un poco de bajón. Esperemos pues que se repita la suerte de la pasada ocasión. De todos modos, no es sobre eso por lo que me paro unos minutos de mi vida para poder escribir unas líneas.

Tras varias horas de confrontación constante conmigo mismo, puedo decir que aun no he logrado vencerme. ¿Qué quiero?, es más, ¿te quiero? En realidad todo es bastante confuso, todo en el mundo parece estar desordenado, como si una mano invisible hubiese venido a tirar al suelo todo aquello que con tanto empeño me paré a ordenar. No lo sé, si tan siquiera sé lo que quiero no creo que pueda, o mejor dicho, merezca, preguntarte a ti nada, sería tener demasiado morro. Antes nos queríamos; ¿me querías, verdad? Al menos, si sigues queriéndome, antes me querías de otro modo. Las cosas últimamente se han vuelto un poco distantes. Quizás mis ausencias, quizás mi yo, incluso quizás tú. Sea lo que sea parece haber sido un golpe contundente. ¿Qué hago? Yo te quiero, te elegí a ti de entre todas porque eres la mejor, no quiero a otras. ¿Debo querer a otras? Si es el caso, podrías decírmelo. La verdad es que se hace bastante difícil si no pones de tu parte tampoco… Deducir, o tal vez inducir algo, es complicado; y borroso. Parece haber neblina, humo.

Puede, también, que yo haya nacido para estar solo. Como artista que me creo (aficionado, malo y novato, pero artista), quizás sea mejor estar solo. Bohemio. ¿Qué hago? Nada más hago que ir de un lado a otro, escribir sin sentido, y me canso. Pero bueno, no deja de ser rallante todo esto, que en cierto modo ya me va bien, pero no es agradable; no del todo. Podría despreocuparme, podría irme lejos, a países desconocidos y rescatar bellas princesas que te encuentras por casualidad. Podría navegar por los siete mares, visitar cada confín del planeta y escribir historias sobre héroes. Podría, claro, pero dime tú; ¿debería?


Tan siquiera lo he reeleido. Tal cual lo pensé, tal cual lo escribí. Creo que ahí está la gracia. Saludos a todos. =D

Por cierto, 50 entradas ya. Miles y miles de palabras, decenas de páginas. Todo gracias a vosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajaja deberias deberias tmpoco t pongas a rescatar en plan una dtras d otr pero.. pk no¿ un besooo niñuu!!