Conduzco rápidamente por el carril de la izquierda, como de
costumbre. El día está turbio, el cielo grisáceo, salpicado por nubes de esas
que amenazan tormenta pero que solo ensucian tapando el sol, y el sol que
aunque no brilla, se filtra a través de las nubes y se hace muy molesto a los
ojos. Frunzo el ceño, ahondando más las arrugas que ya surcan mi frente y el
perfil de mis ojos pese a mis veintidós años. Siempre frunzo el ceño. A ciento
cuarenta y pico quilómetros por hora rebusco por el coche mi paquete de tabaco
negro y un mechero. Me siento muy inconsciente pero me apetece fumar, me
apetece pudrir mi interior con ese humo de sabor fuerte. Le doy una calada al
cigarro, mantengo durante unos segundos el humo en mis pulmones y lo suelto. No
sé hacia donde me dirijo.
Estoy cerca de Barcelona y tomo la salida. Los recuerdos me
avasallan, corretean y se entrecruzan velozmente en mi cabeza; sabor agridulce.
De repente el viento empieza a soplar con violencia y detengo el coche. No sé dónde estoy
exactamente, no reconozco el lugar pero todo me es extrañamente familiar. Camino
durante un largo rato, fumando otro cigarro y cuando lo termino tiro la colilla
y aparezco frente a una puerta con una flor colgada del pomo. Abro y tras ella
hay un pequeño habitáculo en el que apenas quepo yo y otra persona, con un colchón de gomaespuma
en el suelo y una pequeña ventana en la pared opuesta a la puerta por la que
veo el exterior. El viento sigue soplando con fuerza en la calle. Me encuentro
extrañamente cansado así que me descalzo, me quito los pantalones y me estiro
sobre ese colchón. No estoy muy cómodo, es más, noto que el colchón está más
hundido por el centro que por los costados, desgastado por el uso tras el paso
de los años pero se me hace muy acogedor. No sé por qué. No lo entiendo, pero
hay tantas cosas que no entiendo últimamente que ya no me preocupo.
Alargo el brazo y alcanzo mis pantalones, que estaban “maltirados”
en el suelo. Rebusco en los bolsillos hasta que encuentro lo que estaba
buscando: una bolsita de plástico en la que llevo un par de cogollos. Me apetece
fumarme un porro, siento que si no me lo fumo tendré pesadillas. Saco los
cogollos de la bolsa y los miro de cerca con atención. Son verdes (obvio), pero
de un verde intenso, agradable y dulce. Me recuerdan a algo pero no consigo dar
con el qué. Cojo uno, lo pongo en el grinder y le doy vueltas con desinterés
mientras pienso cuántos giros habrá dado ya mi grinder y cuando quiero darme
cuenta ya he terminado de liar e inconscientemente mis manos palpan a ciegas
sobre el colchón en busca de fuego. Sigo palpando hasta que noto un golpe en mi
brazo derecho y miro sorprendido. Allí, a mi derecha había una chica que me
ofrece fuego y lo cojo y me enciendo el porro y empiezo a fumar. La miro. Su
largo pelo cae sobre sus hombros y espalda como una cascada. Su rostro está
difuminado, no la reconozco y solo distingo sus ojos verdes como esmeraldas que me miran y me
hipnotizan. Sigo fumando. Esa chica extrañamente conocida me hace carantoñas,
se acurruca en mi regazo y se divierte; me molesta pero me es agradable. Acaricio
su pelo, su cara. Se incorpora y me besa. Acaricio su espalda, sus piernas, la
abrazo y la beso. Hacemos el amor. Los cristales tiemblan por el viento que
sigue soplando con fuerza. Oigo el ruido del camión de la basura y me duermo
cuando el ruido cesa y el camión se marcha.
Me despierto con la boca seca y la garganta irritada y con
la lengua áspera, pegada al paladar. Estoy en mi cama en calzoncillos; deben
ser las siete y media de la mañana. No entiendo nada. Me incorporo y oigo los
cristales de la ventana que tiemblan. Fuera el viento sopla con fuerza. Los días
pasan.
Nota: Está huérfano de título. Se aceptan propuestas.
7 comentarios:
Yo sugiero como título: Relato soñado.
Cada día que pasa me reitero más como fan de tu blog! Ya no paso ni un día sin entrar a leer!
P.D. Pone chicha en vez de chica xD
Un saludo! Anonimo!
Lástima sr.fortuna que yo sueño lo que escribo y no al revés. Agradezco sus visitas.
Por otro lado ya he corregido lo de chicha/chica, gracias por el detalle. Estoy cerca de saber quien eres, pero aun tengo que investigar un poco más...
¡Saludos amiguitos del humor!
Hahaha no creo que lo adivines! Pero si lo adivinas me darás una sorpresa!
No es que sea un juego, pensaba salir del anonimato tarde o temprano, ya te dije que quería que leyeras algo mío (aunque no suelo escribir ...)
Saludos!
Ya me imaginaba que no era un juego, pero es que yo tengo demasiado tiempo libre... porque ya me conozco yo esto de tarde o temprano jaja. Disfrute usted de sus 27 pulgadas.
Hahaha, igual te estoy dando mucha información pero esas 27 son del trabajo! xD Yo creo que ni te imaginas quien soy xD
Agradezco el +1, pero no puedo ver de quien es... jaja.
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